El Reino Unido se retiró del Tratado sobre la Carta de la Energía y se unió a nueve estados miembros de la UE para evitar que las empresas de combustibles fósiles presenten demandas por políticas climáticas.
El Reino Unido se ha retirado de un tratado internacional que permite a las empresas de combustibles fósiles demandar a los gobiernos por políticas climáticas, uniéndose a nueve estados miembros de la UE, incluidos Francia, España y los Países Bajos. El Tratado sobre la Carta de la Energía, firmado en 1994, fue diseñado para proteger las inversiones en combustibles fósiles y fomentar el desarrollo en los países postsoviéticos, pero ha sido utilizado por las empresas de combustibles fósiles para desafiar las políticas climáticas que amenazan sus proyectos. El Reino Unido ha dicho que continuar como miembro podría "penalizar" su impulso hacia el cero neto, pero los expertos advierten que su decisión podría obstaculizar la inversión.