La empresa detrás de la proteína láctea cultivada en laboratorio apunta al mercado canadiense de lácteos sin animales.
Remilk, una empresa israelí de tecnología alimentaria, recibió la aprobación de Health Canada para vender su proteína láctea cultivada en laboratorio a fabricantes de lácteos y empresas de alimentos en Canadá. La proteína BLG de la empresa se crea mediante fermentación de precisión, lo que la convierte en una alternativa sin origen animal a los productos lácteos tradicionales. Health Canada ha confirmado que la proteína es segura para el consumo humano y no representa mayor riesgo para la salud humana que la proteína de suero de leche de vaca. Sin embargo, los productos que contienen la proteína deben estar etiquetados para detectar posibles respuestas alérgicas similares a las de la leche.