La dueña del perro, Kandice Cooke, llega a un acuerdo en una demanda federal contra la ciudad de Randolph, lo que le permite mantener al perro de apoyo emocional dentro de los límites de la ciudad.
Kandice Cooke, dueña de un perro en Randolph, Nebraska, resolvió su demanda federal, permitiéndole mantener a su perro de apoyo emocional, Rufus, dentro de los límites de la ciudad. A Cooke se le había ordenado previamente que expulsara a Rufus, ya que la ordenanza sobre perros peligrosos de la ciudad prohíbe ciertas razas. Afirmó que sus derechos fueron violados bajo la Ley de Estadounidenses con Discapacidades y la Ley de Vivienda Justa, lo que provocó acoso policial y cuatro multas por un total de 400 dólares. Como parte del acuerdo, la ciudad desestimó las multas y reescribirá la ordenanza sobre perros peligrosos para facilitar a los futuros dueños de perros el registro de sus animales.