Un nuevo estudio encuentra que Groenlandia es un sumidero de metano, que absorbe más metano del que libera, lo que posiblemente reduce el impacto del cambio climático.
Un nuevo estudio de la Universidad de Copenhague revela que Groenlandia absorbe más metano del que emite, y los paisajes secos de la parte libre de hielo de Groenlandia consumen una media de 65.000 toneladas de metano al año de la atmósfera. Esta absorción es posible gracias a un grupo único de microorganismos que viven en las capas superiores del suelo ártico y que convierten el metano atmosférico en dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero menos potente. Aunque la absorción de metano de Groenlandia no es lo suficientemente grande como para afectar la cantidad total global de metano atmosférico o resultar decisiva para los presupuestos de metano del Ártico, los hallazgos del estudio son alentadores ya que el metano es particularmente dañino para el medio ambiente.